Primer Acto
El 7 de julio de 2009 se celebraba el 8o. día de competencias de la 25 Universiada Mundial en Belgrado, Serbia. Yahel Castillo, clavadista mexicano de 22 años, acababa de ganar una medalla de plata dos días antes en la prueba del trampolín de 3 metros.
A las 10 hrs. del 7 de julio daba inicio el preliminar para la prueba de trampolín de 1 m. Los clavadistas debían estar en la piscina a las 8 hrs. para alistarse (imagino que física y mentalmente) para la prueba.
Yahel Castillo no llegó. Era el clavadista número 13 y sencillamente no estaba. Previsiblemente, tras la primera ronda Yahel se ubicó en el último lugar, con 0.00 puntos.
Ya iniciada la segunda ronda, el joven Castillo apareció en el recinto, ante la mirada azorada de su entrenador, Jorge Rueda.
‘Ejecutó’ su clavado, correspondiente a dicha ronda. Era un 405C con 3.1 de dificultad. Fue desastroso, por decir lo menos, considerando que Yahel es uno de esos iconos del futuro del deporte nacional, una de esas llamadas ‘promesas deportivas’, que por ganar un séptimo lugar en las pasados Juegos Olímpicos de Beijing se vuelve un atleta a seguir.
Por un instante pensé que había ejecutado un 5TX con 8.1 grados richter de dificultad porque nomás no le salió. Obtuvo una puntuación de 29.45, la más baja de la ronda y la tercera más baja de los 109 clavados ejecutados por los 19 clavadistas en las 6 rondas.
Y aquí, mi estimado y matemático lector, es momento de hacer cuentas. Si eran 19 clavadistas y cada uno ejecutó 6 clavados, da como resultado 114 clavados, ¿no?
19 * 6 = 114
Menos el que Castillo no ejecutó en la primera ronda, son 113, ¿no?
114 – 1 = 113
¿Pus que no nos faltan 4?
113 – 109 = ¿4?
Lo que sucedió es que Yahel ya no ‘ejecutó’ los 4 clavados restantes. Y aquí, mi estimado y soñador lector, se vale suponer lo improbable: ¿Se lastimó? ¿Se deprimió? ¿Se cansó? ¿Se le olvidaron los frijoles en la olla y se tuvo que ir corriendo?
No. Más bien, se ahogó… la noche anterior.
Segundo Acto
El 13 de julio de 2009 la noticia deportiva del momento era que Yahel Castillo había quedado fuera de la competición por haberse presentado a la misma en un “estado inconveniente”, palabras del comunicado oficial.
Lo que ocurrió es que Yahel llegó con aliento alcohólico a la competencia deportiva.
Para fines de nuestro análisis diremos que:
Estado inconveniente = Ebrio/Crudo/Apestoso
Esa misma noche, Castillo apareció en televisión nacional, en una entrevista para Televisa Deportes.
Inició su participación diciendo lo siguiente:
Creo que no puedo tapar el sol con un dedo, quiero asumir mi responsabilidad…
La pregunta, por supuesto, es: ¿que significará para Yahel “asumir la responsabilidad”?
La determinación de la Federación Mexicana de Natación fue que Yahel sería expulsado del equipo mexicano para el Campeonato Mundial de Natación de la FINA, a celebrarse en Roma en unos días.
Sin embargo, la CONADE quiso interceder por Castillo bajo el siguiente argumento, proporcionado por Alejandro Cárdenas para el diario Reforma, otro de nuestros grandes atletas/promesas del futuro y/pero ahora responsable del área de Alto Rendimiento de la comisión citada:
(De la Garza, director de la CONADE) trata de ayudar al atleta, porque sabe que si no está en el Mundial, automáticamente se le trunca el siguiente año y perdería el impulso para próximos eventos: Mundial y Juegos Olímpicos… Sí debe de haber un castigo, pero no truncarle la carrera a un deportista.
Entonces, entiendo que la “responsabilidad” que “quería asumir” Yahel era precisamente el castigo impuesto por la Federación Mexicana de Natación, ¿no?
Y entiendo que Cárdenas y De la Garza no “querían” que Castillo la “asumiera” porque eso significaría “truncar su carrera”.
Analizando brevemente lo que probablemente pasaba en la cabeza de Castillo tenemos:
Yo = (Asumir) Responsabilidad
Responsabilidad = Ser expulsado del equipo
Por lo tanto, Yo = (Asumir) Ser expulsado del equipo
Pero más adelante en la entrevista, Yahel suplicó:
Por favor no me castiguen con eso, es la segunda competencia más importante después de Juegos Olímpicos…
Entonces, ¡ya no entendí! Quería asumir la responsabilidad pero no esa responsabilidad… y la CONADE lo iba a apoyar para no asumir esa responsabilidad, sino otra.
Castillo argumentó en la entrevista por qué se fue de farra:
Viví un ambiente nuevo para mí, era mi primer Universiada, estuve muy emocionado con el resultado… me dejé llevar, un ambiente de Universiada no es igual que un Campeonato Mundial o Juegos Olímpicos…
Por favor, observa el juego de premisas:
Primera participación → Alcohol
Buen resultado → Alcohol
Nuevo y diferente ambiente de competencia → Alcohol
Llámenme irracional pero, ¿no tendrá Yahel cierta afinidad con el alcohol? Básicamente todo lo que estaba viviendo (su primera participación en la Universiada, el buen resultado que consiguió dos días antes, el ambiente novedoso y distinto) fue un buen pretexto para irse a beber unos tragos, ¡¡¡una noche antes de su siguiente competencia!!! ¿No sería necesario que la CONADE le ofreciera ayuda?
Me pregunto, ¿será la primera vez que Yahel tiene problemas relacionados con el alcohol? A lo que me refiero es que ya ha vivido otras “primeras participaciones”, ya ha obtenido otros “buenos resultados” y también ya ha estado en “nuevos y diferentes ambientes”. Y en su cabeza, recordemos, éstas son buenas razones para, digamos, “dejarse llevar”.
Y todavía le alcanzó el aliento para argumentar un poco más:
Salí con los clavadistas rusos y ucranianos, me desvelé, llegué cansado a la villa, me acosté y no me desperté a la hora exacta para estar en la alberca a las ocho… mi entrenador no me despertó porque no era su labor. Llegué a la segunda ronda, estaba cansado. Tuve que competir porque tenía que hacer puntos para la Universiada…
¡Malditos rusos y ucranianos! ¡¿Por qué nos maleducan a nuestra joven promesa y estrella del firmamento?! ¡¿No tenían ustedes que competir al día siguiente?!
La respuesta a esta última pregunta puede ser:
a) Sí. En cuyo caso, ¿cómo le hicieron estos clavadistas para despertarse?
b) No. En cuyo caso, ¿ya entendiste Yahel? ¡Puedes irte a embriagar si no tienes competencia el día siguiente!
La frase “Tuve que competir porque tenía que hacer puntos” no tiene perdón de Yahvé.
¡No, imbécil! No tuviste que competir para hacer puntos (de cualquier modo, hiciste menos de 30 en un preliminar donde quedaste en último lugar). ¡Tuviste que competir porque para eso te pagan! ¡Ése sí es tu trabajo!
Analizando ahora el argumento de Cárdenas:
Ser expulsado = Truncar carrera del deportista
NO Truncar la carrera del deportista
Por lo tanto, NO Ser expulsado
Aquí me detengo simplemente para hacer notar que, para fines de nuestro análisis:
Deportista = Ebrio/Crudo/Apestoso
Quiero pensar que este argumento tan estúpido no es usado por los secuestradores, por los asesinos, por los ladrones. “Lo siento, mi cliente efectivamente secuestró a una niña, pero si lo meten a la cárcel van a truncar su carrera de administrador/secuestrador…”
Si es verdad que al ser expulsado del equipo y, por ende, no ir a una competencia mundial significa necesariamente truncar su carrera, entonces, se me ocurre, Yahel debió haber hecho por lo menos el siguiente razonamiento sencillo (apto incluso para neuronas alcoholizadas):
Emborracharme → Castigo
NO Castigo
Por lo tanto, NO Emborracharme
Claro, quizás es mucho pedir.
Y aquí llega el argumento típico del defensor de las víctimas: “Pobre Yahel, es muy joven y quizás es adicto.” Es un razonamiento más o menos así:
Los jóvenes/Los adictos → Hacer excepciones en los castigos
Yahel = Jóven/Adicto
Por lo tanto, Hacer excepción en su castigo
Pues ni eso. Yahel (es tan maduro o tan estúpido) que también argumentó en ese sentido:
Lo que quiero decir a la gente es que no me vean como un borracho, como un alcohólico. Un borracho o alcohólico no podría hacer los clavados que hago con tanto grado de dificultad.
El razonamiento de Yahel (en este caso, “razonamiento” es solamente un eufemismo para decir “estupidez”) va como sigue:
Yo = Ejecuto bien los clavados de alto grado de dificultad
Borracho/Alcohólico ≠ Ejecuta bien los clavados de alto grado de dificultad
Por lo tanto, Yo ≠ Borracho
Naturalmente, olvidó que su único clavado de la semifinal del trampolín de un metro tuvo una bajísima calificación y que, precisamente por su “estado inconveniente” no pudo siquiera continuar con los siguientes cuatro clavados. Usando sus premisas, muy bien podríamos contra-argumentar falazmente así:
Yahel ≠ Ejecuta bien los clavados de alto grado de dificultad
Borracho/Alcohólico ≠ Ejecuta bien los clavados de alto grado de dificultad
Por lo tanto, Yahel = Borracho/Alcohólico
La cereza en el pastel fue que… (Lo siento, me salió una metáfora demasiado dulce cuando debería utilizar una más etílica… allá voy…)
Decía yo: La aceituna en el martini fue su siguiente comentario, diseñado para darnos confianza acerca de su acto de contrición:
Quiero aceptar mi error y que la gente piense lo que realmente yo estoy sintiendo. Estoy bastante arrepentido y creo que no se va a volver a repetir en mi vida.
“Creo que no se va a volver a repetir…” ¿Creo? ¿En serio? Y la gente, los entrenadores, los compañeros, los directivos, los que le pagan/lo apoyan económicamente nomás porque es de lo menos peor en el deporte nacional… ¿deberían confiar en sus injustificadas esperanzas (a excepción de su “bastante” arrepentimiento)?
A veces se les olvida que cuando un ‘deportista’ tiene el valor (o la sobriedad) para aparecerse en una competencia mundial, en realidad es un representante del país que lo mantiene y no un individuo con responsabilidades individuales (por cierto, esto no es mi opinión; la idea de la representación nacional está escrita en el Código de Faltas y Sanciones de la CONADE).
Tercer Acto
El 15 de julio de 2009 se dio a conocer a través de los medios de comunicación que los directivos de la CONADE, la FMN y CIMA acordaron disminuir el castigo para Castillo, con el argumento ya antes expuesto acerca del truncamiento de su carrera deportiva.
El nuevo castigo: 3 meses sin recibir el apoyo económico de CIMA (poco más de $75,000) y 3 meses sin participar en competencias.
Se hubiera quedado callado… pero no. Yahel dijo:
Se exageró un poco. Si hubiera sido otra competencia que no fuera el Mundial hubiera estado de acuerdo, pero [el Mundial] es una competencia para la que me he preparado por mucho tiempo, con mucho esfuerzo diariamente, como para que en unas horas cambie todo eso…
Alguien debería informarle a Yahel que así ocurren las cosas en este mundo. Particularmente las más desafortunadas e inesperadas: en unas horas todo puede cambiar y hay ocasiones que la razón de ese cambio es una estupidez.
Aquí regreso a lo que dos de sus neuronas se habrían podido platicar antes de irse de juerga:
(Es posible que) Emborracharme → Cambiar todo
NO Cambiar todo
Por lo tanto, NO Emborracharme
Insisto: sé que es mucho pedir.
Como dato cultural, la borrachera le costó poco más de $75,000 (fueron botellas de vodka muy caras)… pero no se quedó sin “apoyos económicos” (que es el eufemismo para decir “sueldo”). El Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte y la Fundación Harp Helú también apoyan (le pagan) a Castillo. No quisieron decir las cifras a la prensa, por supuesto.
El mismo día, en el diario Reforma, publicaron la nota titulada “Un rasponcito”. Ahí puede leerse:
El argumento esgrimido por De la Garza [titular de la CONADE] y Todorov [titular de la FNM] fue que no se podía truncar la carrera de un deportista como Castillo, por lo que calificaron un error de juventud [sic].
¿Error de juventud? No sé tú, pero yo esperaría más de un representante nacional en una competencia internacional. Sé que no debemos esperar lo mismo de un joven común de 22 años (o de uno de 52) pero sí de alguien que representa al país en el extranjero.
¿Error de juventud? ¿Error del tipo: “Me equivoqué cuando me metí un litro de alcohol un día antes de competir” o del tipo: “Me equivoqué cuando decidí ser deportista cuando lo mío lo mío son las borracheras”?
Epílogo
El 23 de julio de 2009, Yahel Castillo ocupó el sexto puesto en la final de la prueba de trampolín de 3 metros en el Campeonato Mundial de Natación de FINA, en Roma.
Se abren dos posibilidades:
a) Borracho/Alcohólico = Ejecutan bien los clavados de alto grado de dificultad (después de todo)
b) Yahel ≠ Borracho/Alcohólico (después de todo)
O, la que me parece más plausible:
c) Ser borracho/alcohólico no tiene relación alguna con la facultad de ejecutar bien los clavados de alto grado de dificultad
¿Habrá aprendido algo? Ojalá y así sea.
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