¡Qué importante es saber argumentar!

by Omar Fuentes

Una querida suscriptora colombiana me envió este chascarrillo por correo electrónico.

¡Qué importante es saber argumentar!

Una empleada doméstica pidió aumento de sueldo. A la señora no le sentó muy bien la solicitud, así que le preguntó:
– María, ¿por qué crees que mereces que te aumente el sueldo?
– Señora, hay tres razones: La primera es que yo lavo la ropa mejor que usted.
– ¿Quién te ha dicho que lavas mejor que yo?
– Su esposo, señora.
– ¡Oh, vaya!
– La segunda razón es que yo cocino mejor que usted.
– Eso es puro cuento. ¿Quién te ha dicho que cocinas mejor que yo?
– También su esposo, señora.
– ¡Ah, caramba!
– Y la tercera razón, y la más importante, es que yo soy mejor que usted en la cama.

Al oírlo, la señora, completamente descompuesta y gritando le pregunta a la empleada:
– ¿Mi esposo te ha dicho eso?
– No, señora… de momento me lo ha dicho el jardinero.

LA SEÑORA LE AUMENTÓ EL SUELDO.

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