Hace unos días, el diario “Reforma” publicó una infográfica titulada “Técnica de asaltantes”. Lo puedes encontrar aquí, al menos por ahora y a reserva de que decidan restringir su acceso más tarde.
Es muy probable que la intención sea instruir a los lectores sobre las metodologías que los cacos presumiblemente utilizan para meterse a las casas y salirse con la suya… y con lo tuyo, por supuesto -porque si no, como que no tendría chiste, ¿no?
Y digo que “es muy probable” porque hay otra posibilidad: ante la incertidumbre económica presente y la tormenta financiera futura, el periódico quizás quiere ofrecer un entrenamiento rápido y eficaz a sus lectores para adiestrarlos en el aparentemente sencillo oficio de la delincuencia informal y no-tan-organizada.
El panfleto resume el acto delictivo en tres sencillísimos pasos. Para tu beneplácito e información -y quizás instrucción- los reproduzco con fidelidad:
- Tocan a la puerta fingiendo vender flores, ofrecer servicios de jardinería, plomería o ser empleados de una empresa de televisión de paga.
- Con el pretexto de prestar algún servicio o vender un producto, los delincuentes esperan
que les abran las puertas.- Luego de conseguir el acceso, amagan violentamente a las víctimas, las someten y saquean la vivienda.
© 2011, Grupo Reforma
Siendo poco estrictos y algo críticos, los pasos 1 y 2 en realidad son uno mismo, ¿no? La idea es tocar la puerta (paso 1) con un pretexto (paso 2). Posteriormente, el engañado abre la puerta dándole paso al amague, sometimiento y saqueo (paso 3).
Obviamente, cada uno de los pasos viene coquetamente acompañado de un dibujito, por aquello de la precisión y para evitar la ambigüedad.
A continuación, la llamada infográfica describe las zonas residenciales que están siendo acechadas por las bandas criminales, además de ahondar sin real necesidad en sus modus operandi (que ya fueron mencionados en el paso uno y que sólo agregan al que se disfraza de empleado del Sistema de Aguas).
Una vez más, diré que es muy probable que esta descripción geográfica sirva para que los lectores que tienen la mala fortuna de habitar en dichas colonias atracadas -y que sorpresivamente todavía no han sido asaltados- tomen precauciones por demás inusitadas en una ciudad como ésta (como no abrir la puerta a extraños y así).
Por supuesto, también está la posibilidad de que, en caso de que algunos lectores decidan conformar sus propias bandas asaltacasas, respeten las zonas que ya están tomadas por otros compañeros del gremio y busquen sus propias regiones laborales.
Para terminar, enunciaré dos implicaciones que se me ocurren:
Primero, el criminal que de hecho utiliza esta receta para cometer sus delitos en las colonias citadas y que tenga dos dedos de frente… o cambia de zona… o cambia de modus operandi. Y todo gracias a esta muy oportuna infográfica.
Segundo, si hay algún ciudadano que realmente encuentra en la mentada publicación una fuente de sabiduría, significa que ciertamente le abre la puerta a cualquier desconocido que diga que viene a darle unas flores o a revisar su servicio de televisión de paga. Tal vez ahora ya no abra la puerta a éstos (gracias a la infográfica)… pero seguramente estará condenado a abrir la puerta a los que vengan a entregarle un premio que recién ganó…
Saludos,
Omar.
