La verdadera causa de los terremotos – Parte II

by Omar Fuentes

El 20 de abril publiqué un artículo sobre cómo un Ayatolá asegura que la causa de los terremotos recae en las mujeres impúdicas y en el “sexo ilícito” que ellas provocan (puedes leerlo aquí). A pesar de semejante despliegue de razonamiento ayatolaico (me salió oxímoron sin intención), Doña Tere sigue preocupada por los movimientos de la tierra y me trajo una nueva y refrescante teoría.

“”Ora sí ya se supo por qué tiembla, joven Omar”, que me dice con aires de sabiduría. Y que le digo: “¿Pus no quedamos que era por las mujeres sin ropa islámica?” Y que me dice: “No, eso era una mentira machista. ¡Lo que realmente está pasando es que los gringos andan mandando ondas a la yonósfera para hacer que la tierra tiemble!” Y que le respondo: “A chinga chinga, ¿ondas a la ionósfera? ¿De dónde sacó semejante idea?” “¡Lo dijo Hugo Chávez!” que me dice envuelta en un orgullo mexicano-bolivariano.

Haciendo una rapidísima googleada, llegué al sitio oficial de ViVeTV. Puedes leer el artículo completo, titulado “‘Terremoto experimental’ de Estados Unidos devastó Haití”, aquí.

En el artículo no es mencionado que sea Chávez el conspiranoico autor de la mentada pieza de ciencia y astronomía (después de todo, yo no sé si Don Hugo también es astrofísico o geólogo). Pero, con muchas más palabras de las que Doña Tere fue capaz de articular, ciertamente proponen que:

  1. Los Estados Unidos han desarrollado un nuevo armamento atmosférico-geológico con el que, entre otras gracias divinas, pueden provocar terremotos.
  2. Este armamento es conocido como el proyecto HAARP.
  3. Los terremotos de China (2008) y de Venezuela, Honduras, Estados Unidos y Haití (2010) fueron causados por esta ionosférica tecnología.

Como te platicaba en la primera parte de este artículo, una de las características esenciales de cualquier razonamiento como éste (masivo, sectario, conspiranoico) es la de contar con evidencias permanentes: va a seguir temblando y eso lo sabemos no porque seamos profetas sino porque sabemos que las placas tectónicas se seguirán moviendo.

Si el razonamiento es del primer tipo:

Si hay sexo ilícito, entonces hay terremotos
El otro día hubo un terremoto en China
Por lo tanto, es más creíble que haya habido sexo ilícito

Va a seguir siendo creíble ante sus seguidores, con cada temblor, que sigue habiendo sexo ilícito.

Por otro lado, si el razonamiento es del tipo:

Si EU usa el proyecto HAARP, entonces hay terremotos
El otro día hubo un terremoto en Haití
Por lo tanto, es más creíble que EU haya usado el proyecto HAARP

Las evidencias de que los EU tienen el control de los movimientos telúricos (es decir, la existencia de nuevos terremotos) siguen dándole credibilidad a esta idea ante sus seguidores.

Siempre me he sentido atraído por la teorías conspiracionistas precisamente porque siempre me ha interesado saber el tipo de cosas que los seres humanos somos capaces de creer (independientemente de que sean ciertas las ideas o no, por cierto). Así que quise investigar un poco más.

Muchos se preguntarán: “¿Para qué querría EU provocar terremotos?” La implicación del artículo de ViVeTV es: “Para poder ‘invadir humanitariamente’ dichos territorios”. Como tienen que mandar ayuda, envían soldados, portaviones y helicópteros para invadir al país recién terremoteado.

[terremotear. Acción de provocar un terremoto en algún lugar del mundo por medio del complejo HAARP. EU terremoteó Haití]

Muchos de ustedes se preguntarán: “¿Cómo funciona esa tecnología?” En el sitio de ViVeTV nos ofrecen una respuesta reveladora:

Desde finales de la década de 1970, los Estados Unidos han “avanzado enormemente” el estado de sus armas de terremotos y, según estos informes, ahora emplea dispositivos que usan una tecnología de Pulso, Plasma y Sónico Electromagnético Tesla junto con “bombas de ondas de choque”.

Clarísimo, ¿no? Dado que los lectores de ViVeTV son en su mayoría geólogos, físicos, astrónomos y expertos en ciencias aplicadas, no debería haber duda alguna…

Dejando a un lado mi sarcasmo, lo cierto es que el artículo está plagado de dos cosas:

  • Una sintaxis propia de un niño pequeño, lo que aumenta el grado de confusión y ambigüedad en la comprensión del contenido.
  • Un excesivo uso de términos técnicos rimbombantes para perder al lector con más facilidad.

¿Has escuchado hablar a los médicos, a los políticos, a los economistas por televisión? Es la misma cosa.

Quiero que notes algo importante: no estoy afirmando que esta hipótesis anti-yanqui sea falsa; no podría ser capaz de refutarla, de hecho. No tengo conocimientos acerca de la relación, si es que existe, entre el disparo de ondas a la ionósfera y el movimiento de las placas tectónicas; no sé nada acerca de la posibilidad de dirigir con precisión estas ondas para impactar a una placa tectónica en particular, por ejemplo. Del mismo modo y bajo las mismas circunstancias, tampoco podría afirmar que la teoría sea verdadera.

Lo que sí puedo afirmar tiene relación con el modo en el que los teóricos de la conspiración buscan darle credibilidad a sus ideas. De eso sí sé.

Investigando un poco más, me encontré con sitios dedicados exclusivamente al proyecto HAARP, un complejo de antenas ubicado en algún lugar de Alaska. Y realmente es divertido saber que, según estas personas, los norteamericanos no solamente tienen el control de los terremotos, sino también de los cambios climáticos, las erupciones volcánicas, las inundaciones y, lo mejor, sobre la mente de las personas (en uno de estos sitios se afirma que la matanza en Columbine fue causada precisamente por las ondas emitidas por este conjunto de antenas).

La intención primordial de esta teoría es, me parece, generar o aumentar la antipatía hacia los EU. Lo que no se dan cuenta los patrocinadores de esta campaña es que, al mismo tiempo y con la intención de cumplir con su propósito, están implicando que EU es algo parecido a Dios: omnipotente y capaz de cambiarlo todo.

Desde mi punto de vista, es difícil y muy poco conveniente odiar a alguien o a algo que es capaz de cambiar al mundo de semejante forma. Después de todo, ¿qué es lo que la gente normalmente siente ante la idea de “Dios”? Yo lo resumo en dos sentimientos simples: miedo y veneración.

La pregunta seria es entonces: ¿de verdad será esto lo que los conspiranoicos esperan que los demás sintamos hacia los Estados Unidos?

“No se preocupe. Todo va a estar bien. Se lo aseguro”, que le digo a Doña Tere. Y que me revira: “¿Cómo puedes estar tan seguro?” Y que le digo: “A usted le gusta ir a McDonald’s, ¿no?” Y que me dice: “¡Claro!” Y que le digo: “Le gusta ver películas gringas con efectos sorprendentes, ¿no?” Y que me responde: “¡Pus sí!” Y que le digo: “Y cada vez que puede va a gastarse su dinero a Los Ángeles para ver a su hijo, ¿verdad?” Y que me dice: “¡Sí!” “Entonces,” que le digo, “no se preocupe. Estados Unidos no va a querer enviar un terremoto a un lugar donde hay tanta gente comprando sus productos, viendo sus películas y gastando su dinero del otro lado.”

PD. En algún momento de la historia, es razonable suponer que habrá un fuerte terremoto en algún lugar de Estados Unidos. Muchos creyentes de la hipótesis presentada en este artículo se preguntarían: “¿Por qué Estados Unidos generó un terremoto devastador en su propia tierra?” La respuesta conspiranoica sería maravillosa: “No lo hicieron a propósito. Querían pegarle a México y les falló el tino”.

PD2. Dato cultural: existen al menos dos instalaciones similares a HAARP en otros lugares del mundo. Hay una en Noruega y otra en Rusia. ¿No serán ellos también los terremoteadores, inundadores, erupcionadores, calentadores globales y controladores mentales? Hummm… ¿no está Noruega un poco más cerca de Islandia que Alaska? ;)

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