Fondo Maestro de Estrategias de Crédito Estructurado de Alto Grado

by Omar Fuentes

John Bird & John Fortune, dos humoristas británicos que tienen mucho éxito con su programa de televisión Bremner, Bird and Fortune televisado por Channel Four, hicieron un sketch para explicar la crisis financiera actual.

Además de la tremenda precisión con la que explican la naturaleza de los mercados financieros, hacen énfasis en un aspecto interesante: el nombre con el que las organizaciones deciden bautizar a sus instrumentos (en este video hacen referencia específicamente a los fondos de cobertura) suele ser tan atractivo semánticamente que los inversionistas no necesariamente se detienen a pensar en dónde diablos están metiendo su dinero.

Por ejemplo, Bear & Sterns tenía un par de fondos de cobertura con nombres especiales (antes de ser adquirida por JP Morgan): uno de ellos se llamaba High-Grade Structured Credit Strategies Master Fund -algo parecido a Fondo Maestro de Estrategias de Crédito Estructurado de Alto Grado; el otro, High Grade Structured Credit Enhanced Leverage Fund -algo como Fondo de Apalancamiento Mejorado de Crédito Estructurado de Alto Grado.

Suenan súper, ¿no?

Así lo pensaron los inversionistas. De este modo, el primero llegó a tener un valor de 925 millones de dólares y el segundo tenía un valor de 638 millones de dólares.

Lo que los inversionistas no pudieron leer en los rimbombantes nombres es que con su dinero Bear & Sterns hizo inversiones en bonos respaldados por hipotecas ‘subprime’… ¿cómo podían saberlo? ¡El nombre de los fondos no lo indicaba por ningún lado! Apalancamiento mejorado, alto grado, crédito estructurado… todas esas frases suenan a una buena inversión, ¿cierto?

Muy pocos de los clientes sabían con precisión, de hecho, lo que hacían con su dinero. “¡Es Bear & Sterns!”, solían decir los más ignorantes.

En junio de 2009, Bear & Sterns envió una carta a sus clientes diciendo:

(…) las estimaciones preliminares confirman que efectivamente no queda valor efectivo para los inversores en el fondo Enhanced Leverage y queda muy poco valor para los inversores en High-Grade.

La forma matemática de decir lo mismo era que el primer fondo ya no valía un centavo y que el segundo había perdido el 91% de su valor total.

La forma directa de comunicar estas noticias al inversionista era diciéndole que, si había invertido en el primer fondo, ya no tenía dinero y, si había invertido en el segundo, tenía solamente 9 centavos por cada dólar invertido. Y, en este último caso, no podía retirar sus 9 centavos/dólar todavía.

Palabras. Solamente palabras.

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